Seguimos con los tiempos difíciles, o quizás esta dificultad sea una compañera de viaje que nunca reconoceré. No me siento la misma persona. Ahora ya soy un bebe que mira, con esa expresión en su cara, una cosa que le llama la atención. Es ese tipo de expresión de medio asombro, de media curiosidad que espera el más mínimo movimiento para seguirlo con los ojillos y con la misma rapidez olvidar todo lo acontecido. Como quien descubre la geometría fractal tras haber creído con fervor en la fe euclidea.
Nunca puedes acostumbrarte a pensar que ya no podrás jamás volver a hablar, ver o reir con una persona. El dolor necesario solo hace bella esa compañera de viaje; pero no la hace mejor persona. Vivimos en un universo doloroso.
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2 comentarios:
Per als no posats en el tema... qué el super"e"
NdT (Siempre me han gustado estas 3 letras). El super "e" creo recordar era un supermercado que habitaba al lado de la biblio de Rafalafena, en la era premercadona. Que Hacendado nos pille confesados.
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