Un blog es la oportunidad de mostrar tus intimidades neuronales a un desconocido conocido, si eres un exhibicionista personal. De lo contrario, el blog se convierte en la exposición de aquello que quieres que vean los demás de uno mismo; haciendo invisible aquello que no se reconoce como propio o aquello que se etiqueta como cotidiano. Sea cual sea mi caso (que estoy por descubrir)... Ladies and Gentlemen... Cojan todos sus conocimientos, habilidades y emociones (mejor si son negativas) y prepárense para nada nuevo. Los que carezcan de alguno de los elementos anteriores aférrense a cualquier bien material más o menos preciado, o quizás convenzan al primer desconocido que pase por la calle para que les provoque alguna reacción en sus planas vidas neuronales. ¡¡¡Bienvenidos a mi particular mundo!!!

domingo, 4 de mayo de 2008

una burnescheiner plis...

No sé si es por el efecto de la cerveza del Aldi (¡qué gran supermercado! a pesar de lo que dice el libro negro de las marcas) pero hoy soy tremendamente feliz. Se prometía un puente extraño, sin cambios de paisaje, sin cambio de cara; pero los olores fueron distintos, la luz azulada y la playa me ha dejado ese bello recuerdo que sólo la fina arena con su edad imprime sobre la piel. Empiezo a tener nuevos proyectos y sólidas dudas, no me importa. El camino las dejará atras y le vent nous portera. Mañana vuelvo al trabajo y soy feliz. Atrás quedaron los domingos de enfados y resacas, para transformarse en domingos ansiosos por lo que la semana deparará . Y no es que el fin de semana sea plano o vacio, al contrario, es un crisol de experiencias, una montaña rusa de sensaciones; pero el trabajo no pinta mal, y la natacion, y el tenis, y el cine, y el teatro, y la cerveza, y el té, y el decathlon, y los sobrinos, y las rufles. Solo quiero que mañana pueda disfrutar un segundo más que hoy hasta el mediodía. Solo quiero sol hasta que mi piel se vuelva blanca...

domingo, 20 de abril de 2008

Iba a ser...


Como aquellas cosas buenas que sólo lo son si no suceden, hoy a vuelto a pasar. Esperábamos una larga y lucida caminata, y la lluvia nos obligo a volver a nuestros caminos urbanos, a nuestras cuevas rectas. Y parece mentira, pero nos encantaba sólo la idea de recordar el pasado otoño, el caminar sintiendo que tu y yo somos el mismo. Así que hoy ha sido un día extraño, agridulce por lo vivido, resacoso por lo sentido. Me imagino que los caminos a veces nos llevan a ningún sitio sin haber aprendido nada aparentemente o simplemente nos enseñan que complicados son, para que no les perdamos el respeto con nuestras botas de astronautas. Aquella sonrisa que apareció meses atrás y se fue con el mismo viento cálido sin permanecer apenas el tiempo necesario para abrir y cerrar los ojos, la vuelvo a recuperar viendo esta imagen...

domingo, 13 de abril de 2008

...ens estimàvem, ens destrossaven mutuament ses vides...

He caminado en busca del sol, y aunque no lo haya encontrado, aunque hayamos jugado al escondite mutuamente, me siento bien. Este domingo nebuloso, denso y calmado ha desaparecido y ahora vuelvo a sentirme vivo. He caminado azarosamente, sin camino escogido, sin ser consciente de mi mismo y sin intentar pisar encima de alguna huella solitaria. Y en ese camino he vuelto a recordar. He recordado aquel dulce sabor. El sabor de un zumo recién exprimido de mandarina tomado en biberon. Como mi madre siempre cuenta, cuando era pequeño empecé a coger muchos resfriados (jajjaja como ahora) y aquel médico de cabecera que había aprendido gracias a lo que deja ver la vida, le aconsejo darme un biberon de zumo de dos mandarinas, clementinas para ser más exacto. Ella siempre cuenta la excitación y alegría que provocaba en mi el hecho de ver el biberon lleno de ese precioso líquido naranja, dulce y jugueton. Lo cogía con ansia y lo tomaba como si fuera el último. Mi padre rie al recordar mi cara cuando las clementinas pensaron marcharse a otro lugar menos frío y mis biberones dejaron de ser ácidos y revoltosos. No recuerdo el sabor de mi primer biberón, ni tan sólo del último; pero ha quedado en mi memoria una huella profunda, llena de minusculos detalles y de sensaciones increíbles que vuelven sólo con sobrepasarlo en mi pensamiento.
El camino también ha dado para repasar las tristezas, melancolías y los sentimientos. Pero, aún así, he sentido el olor de la ciudad, de las personas y ha vuelto pasar el aroma dulce y naranja...

lunes, 31 de marzo de 2008

Von

Hoy estoy cansado. Sí... agotado, extenuado. Estas vacaciones, si lo podemos llamar de alguna forma, he repasado mil veces mi alma en busca de los sentimientos, una y otra vez, una y otra vez, como un largo mantra, como una breve letanía. He andado y recorrido esos largos y estrechos caminos de las experiencias pasadas, sin moverme un milímetro de mi. Y en todos ellos volví a ese pequeño y solitario punto de partida. Una y otra vez, una y otra vez. Pequeñas brisas han hecho que vuelva a despegar y creerme que me alejaba de aquellos senderos; pero el silencio volvió a mecerme hasta el comienzo. Hoy mis ideas solo piden descanso de esos largos paseos, de esas increibles subidas y bajadas, de aquellos parajes imaginados. No se si llegó el tiempo de olvidar o si es solo el principio; pero hoy necesito un sueño para creer que soy feliz por una milesima de tiempo eterno. Y volver a tener fe en aquello en que un dia crei, en mi.

martes, 11 de marzo de 2008

I'm blonde

Ahora me siento tan mal y tan triste que ya solo quiero estar en ese lugar imaginado donde se encuentra todo aquello que deseaste. Es un lugar maravilloso, de libros compartidos, de notas difusas y de olores memorizados. Con cada instante que uno pasa allí, se va transformando en silencioso viento. Viento que susurra en los oidos de los demás sentimientos intensos, emociones fugaces y sobretodo experiencias nítidas. Pero como tal, no es libre para vagar por los rincones y recobecos más redondos, sino que la realidad, con su música, lo teje entre sus suaves y finos dedos, peinandote, acariciandote, sintiendote en el punto más pequeño y sensible de sus delicadas yemas... Hoy ya no quiero oir ninguna música, no quiero sentir el gusto de las especias, no quiero ser humano ni gatuno; solo quiero el silencio y vivir lo sentido.

domingo, 9 de marzo de 2008

indeciso...o no!?

Sí, teneis razón. Lo mio es un blog tartamudo, pausado, perezoso y dormilón, como yo mismo. Algún dia espero que mis manos sean capaces de expresar mis pensamientos.
Hoy me he levantado con esa sensación de desasosiego interior, ese nerviosismo que te recorre todo el cuerpo cuando crees haber tenido una oportunidad y la has dejado pasar por algún miedo ridículo, como la vergüenza, el miedo al fracaso o el miedo al ridiculo. Lo que resuena en mi cabeza no es más que el eco de esa voz interior que te dice...ya es la 33ª vez que te pasa... y tu sin aprender...¿alguna vez lo harás?...Pero hay cosas que cuestan cambiarlas. El tiempo no da más oportunidades. Sólo, en mi pensamiento, esperaré ansioso que vuelva a ocurrir, que cada vez que abra aquella puerta, mi corazon dejará de palpitar por un instante minúsculo, mi cuerpo se tensará como una cuerda de arco y mis ojos cerrarán la pupila para elgir aquello que quiero ver.
Es curioso como esta semana rebuscando entre mis montañas de papeles sin ordenar, encontré aquellos libros que de pequeño robaba a mis padres para garabatearlos con cualquier lápiz de color difuso. Algo de magico vi en esos trazos y hoy he entendio por fin que sólo eran premoniciones del curso de mi vida. Una constante ida y vuelta hacia un destino indeterminado, infeliz y desordenado. Oi decir que la vida es un péndulo. Que curioso que aquellos divertidos y excitantes trazos con un lápiz mal cogido sean los trazos que desde aquel mismo instante empecé a seguir. Una vida llena de decisiones equivocadas y de un perpetuo ir y volver.

jueves, 17 de enero de 2008

...when I'm dreaming of you...

Quizas la regularidad no sea una de mis mejores virtudes. El método no es demasiado amigo mio. En fin, lo importante es que he vuelto otra vez, une autre rentrée.
Sigo en el cambio permanente, es curioso, yo que soy un amante de la quietud, de lo estático. Eso sí, sigo recordando aquello que de niño sucedió y que viene conmigo como compañero de viaje. Recuerdo aquellos globos rojos, ligeros, brillantes y redondos con un cordel blanco largo que no paraba de estirar. Porque sí, para mi los globos siempre serán rojos por muy azules, amarillos o verdes que intenten parecer. Cada vez que me daban uno sentía esa emocion propia de tener algo que no seguía ninguna regla conocida por mi, que volvía el mundo del reves y que tenía vida propia. Era mágico y me sentía orgulloso, como el protagonista de aquellos cuentos que leía, tras conseguir un objeto igual de deseado como de extraño. Tiraba de su cordel y lo intentaba someter a mi voluntad, comprobando inmediatamente que era tan maravilloso y raro que no seguia mis ordenes. Pero siempre llegaba un momento fatal. Cuando tenías al alcanze un segundo globo, igual de bonito, mágico y rojo. Es entonces cuando sopesabas infantilmente las alegrías y tristezas que conseguirías con aquel ser, aparentemente idéntico y de sutiles matices diferente. El llanto estaba servido. Miedo de abandonar lo conocido, cómodo y seguro; e incertidumbre por las nuevas alegrías y penas que empezarías a conocer si aferrabas con tu pequeña mano aquel cordel espectante.
Es extraño que la vida sea una larga sucesión de globos y que el llanto siga ahí.

PD: Bienvenido Carles y ánimo papis!!!